Dos hombres viajan a pie por una carretera. Al principio hay ciudades y pueblos en los bordes pero después el paisaje se va deshabitando y quedan sólo extensas llanuras, breves zonas arboladas y calor. La carretera está ardiendo. Uno de los hombres dice “has de quitarte los zapatos y caminar descalzo unos minutos, pronto dejará de doler”. Él mismo lo hace. El compañero le mira asombrado rascándose la cabeza. Luego siguen caminando, ahora sin zapatos. Llegan a unas vías metálicas y más allá hay unas ruedas gigantes sobre las que se encaraman para continuar. Entre rueda y rueda saltan, cada vez más torpes. Ya no hablan. El paisaje es rojo, febril, infinito. Cuando paran a descansar la luz sube como hasta el mediodía, justo en el centro del cielo. El primer hombre coloca un muñequito con sombrero en el camino de grava y se retira apartando a su amigo con el brazo. Juntos miran lo que va a ocurrir desde el borde. Pronto pasa un coche marrón de la policía, el coche arranca la cabeza al muñeco y se detiene. Uno de los hombres recoge el cuerpo desmembrado y le sacude el polvo. El policía se baja del coche, se pone su sombrero, y prende un cigarrillo apoyándose en el maletero. observa a los hombres inquisitivamente. Al fondo, de una cabaña de madera sale una niña con su hermanito en brazos. Cuando el policía la mira, ella señala hacia la casa, detrás de ella, con el dedo extendido. El hermanito llora.
jueves, 23 de abril de 2015
lunes, 19 de enero de 2015
Entiende si
no puedo.
El gatito
gris-pardo bajo el banco de piedra, me mira agazapado.
La noche
abre ahí donde los territorios bailados por linternas.
Lo grueso de
una bandera a pedazos quemantes.
Hojas que
parecen pasos llegando al resbalarse por el suelo.
Un cigarro y
la cabeza ahí y ahí, más negro cada vez. Mal humor mío.
Películas muy
feas en la oscuridad.
La reunión
con los presidentes: panorama de envanecimiento a cada sombra.
El estómago
aparece cuajado en la fotografía.
Con nerviosismo
busca el sobre blanco y la fecha escrita en él.
La voz al
teléfono aparece cuajada en el hilo que la trae. Pareces lo más malo.
Me veo lo
peor. Valiente. Sal a crujir la balsa blanquecina,
el lago está
helado, el ruido
que hace, de
verdad, es inhumano,
una telaraña
sólo se ve con esta
luz, en este
ángulo, apenas quieras borrarte,
es, de
verdad, una palabra que no puede existir.
viernes, 10 de octubre de 2014
de visos verdes
el sonido de la mañana
blanqueando la vista
del desconocido
qué hermoso,
|
corre un muchacho con un carro
los árboles se arrumban y su mirada sigue batiendo la blancura un minuto más un minuto en el “background” |
y la pantalla infinita de su
desarrollo
donde todo ocurre
creerás que está pasando dice el
desconocido
con terquedad recorre una ciudad
antigua
y fuerza su lengua
para llegar de punto a punto
en el bosque allá
las máquinas cavan hoyos sin descanso
el
desconocido mira el fondo
barrido por
lombrices
su cuerpo no
balancea
el cielo que
lo persigue
cambia
colores
él está allí
coloca unos
papeles
y mira el
anfiteatro llenarse
“J.C.” grita, “son
las ruedas de las maletas
los tanques ya no pasaron”
Pero J. C. se
aleja
corriendo bajo la
lluvia
y se golpea en la
sien
lunes, 6 de octubre de 2014
+ otro corte
//mientras
dure esta altura la calle
será nuestro
agujero
arracimados
bajo el latir
del rayo
verde
quieren
mirar
lo que la
historia negará
y es un acto
de arrojo
y es un acto
de muerte
voces
gringas sonríen desde la cámara
una
facilidad sucede por fuera de sus nombres
el
camarógrafo
es un vigía
insospechado bajo la sombra
de alguno
a la noche,
sólo se hace rapaz
acaso tiene
un número
una risa
pero sin ancla, hilo ni verdad
esta piedra
escuchó los escuadrones acercarse
y la
granadería
apenas se
escondían en las habitaciones
ponían el
tocadiscos
y empezaba a
restallar.
Esta mañana
eres libre mas no de tu libertad.
Quemazón de
los frutos torpedeando
su trayecto de
savia
olas exactas
de circulación. No son
misivas ni
llevan códigos en transparencias,
sólo un
silencio raro.// otro corte 6-oct.-2014
viernes, 3 de octubre de 2014
no son misivas ni llevan códigos en transparencias, sólo un silencio raro
/// estaba
sangrando a lo largo del río
mañana indecisa entre el rojo y el negro
entre el negro y el blanco
allí me esperan, del
lado del metal
para salir airosos enfriarán la mía
dos de octubre nubes de Tlatelolco
su cielo rojo y negro
y su posterior cielo blanco
con un rayo verde dibujado
ojos que lo vieron
ojos que ven aquí
la mansa tormenta de los frutos
su violencia inconsciente
la electricidad del sol
para la chapa
no es nunca suficiente
tras la puerta franqueada por una cámara
solo hay un descampar
dos perros se comen una liebre entre la bruma de un año
allí donde la cámara no puede registrar /// Corte 2-oct.-2014
mañana indecisa entre el rojo y el negro
entre el negro y el blanco
allí me esperan, del
lado del metal
para salir airosos enfriarán la mía
dos de octubre nubes de Tlatelolco
su cielo rojo y negro
y su posterior cielo blanco
con un rayo verde dibujado
ojos que lo vieron
ojos que ven aquí
la mansa tormenta de los frutos
su violencia inconsciente
la electricidad del sol
para la chapa
no es nunca suficiente
tras la puerta franqueada por una cámara
solo hay un descampar
dos perros se comen una liebre entre la bruma de un año
allí donde la cámara no puede registrar /// Corte 2-oct.-2014
sábado, 6 de septiembre de 2014
no tienes que ser sincera, muchacha
mi cuerpo
está cargado de veneno
el veneno
son mis huesos produciendo dolor lo
fabrican
despacito como para que no me dé cuenta
al principio
pero a cada
segundo lo puedo notar
son millones
de agujeros
que caben en
cualquier lugar
su mayor
alimento es mi propia reticencia
no me van a
abandonar
son mi sola
compañía
y sobre lo
que el otro día no anoté
tengo que decir
que
fue lo más
importante que ocurrió
era algo
acerca de la voz de una adolescente
que entró al
bar donde tomaba una copa
la voz de la
adolescente era grave
como una
grieta
como la
cueva que vi en una playa de galicia
y que tenía
piel de lapas y pequeñas pezuñas de mar
era
espectacular
la voz, me
refiero
no pude
evitar sentirlo
creo que así
fue
no me sentí
mal porque verás
me acordé de
pasolini y de los catorce
del riccè
en lo del
arrollo
como tenía
miedo de despertarme y no poder mover las manos
un día me
desperté y dejé de moverlas
no tienes
que ser sincera muchacha
me digo
y cambio un
poco la frase:
para las
niñas de la vida
la verdad no
hará dominio
así me gusta
y de la otra manera me rompe
pero es un
secreto mío
así que no
lo voy a poner
lo
importante es saber que la verdad no hará dominio
de ninguna
manera lo hará para las niñas del barrio
me digo
entonces
salen las nubes
haciendo
alvéolos blandos hacia abajo
parecen
pequeñitos
duodenos de
un cachorro
del cielo
eso quise
mirar
apretando
mis manos entre los muslos
para hacer
como que no existían
mientras un
chico sacaba fotos
del arco de
color
en el
asiento de al lado
jueves, 17 de abril de 2014
los ángeles y las pibas marinas
las terminaciones nerviosas de la cabeza
están vibrando como serpientes descabezadas
al ritmo de marine girls y luego de los ángeles azules
tenemos muchas terminaciones nerviosas en la cabeza
van coincidiendo con los poros y los pequeños hoyos peliculares
es una fiesta de puntos
que tal vez tengan distintos formatos a niveles microscópicos
pero que desde acá sólo pueden imaginarse como miles de
puntos pequeñitos unos junto a otros
dije que iríame a nadar
aunque no sé
hacen grados bajo cero
hay nieve en los tejados
y no asoma ni un gramo de sol
las voces agudísimas de las mujeres del sur
y de algunos hombres del sur como el cantante de los ángeles azules por
ejemplo
las voces gravísimas de los amigos que se exiliaron al berlín
y luego la nocturnidad del cuarto
mamá sacándome las liendres de la
cabeza
durante horas
bajo susurros
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