jueves, 23 de abril de 2015

// corte noche 22 de abril




Dos hombres viajan a pie por una carretera. Al principio hay ciudades y pueblos en los bordes pero después el paisaje se va deshabitando y quedan sólo extensas llanuras, breves zonas arboladas y calor. La carretera está ardiendo. Uno de los hombres dice “has de quitarte los zapatos y caminar descalzo unos minutos, pronto dejará de doler”. Él mismo lo hace. El compañero le mira asombrado rascándose la cabeza. Luego siguen caminando, ahora sin zapatos. Llegan a unas vías metálicas y más allá hay unas ruedas gigantes sobre las que se encaraman para continuar. Entre rueda y rueda saltan, cada vez más torpes. Ya no hablan. El paisaje es rojo, febril, infinito. Cuando paran a descansar la luz sube como hasta el mediodía, justo en el centro del cielo. El primer hombre coloca un muñequito con sombrero en el camino de grava y se retira apartando a su amigo con el brazo. Juntos miran lo que va a ocurrir desde el borde. Pronto pasa un coche marrón de la policía, el coche arranca la cabeza al muñeco y se detiene. Uno de los hombres recoge el cuerpo desmembrado y le sacude el polvo. El policía se baja del coche, se pone su sombrero, y prende un cigarrillo apoyándose en el maletero. observa a los hombres inquisitivamente. Al fondo, de una cabaña de madera sale una niña con su hermanito en brazos. Cuando el policía la mira, ella señala hacia la casa, detrás de ella, con el dedo extendido. El hermanito llora. 

lunes, 19 de enero de 2015


Entiende si no puedo.
El gatito gris-pardo bajo el banco de piedra, me mira agazapado.
La noche abre ahí donde los territorios bailados por linternas.
Lo grueso de una bandera a pedazos quemantes.
Hojas que parecen pasos llegando al resbalarse por el suelo.
Un cigarro y la cabeza ahí y ahí, más negro cada vez. Mal humor mío.
Películas muy feas en la oscuridad.
La reunión con los presidentes: panorama de envanecimiento a cada sombra.
El estómago aparece cuajado en la fotografía.
Con nerviosismo busca el sobre blanco y la fecha escrita en él.
La voz al teléfono aparece cuajada en el hilo que la trae. Pareces lo más malo.
Me veo lo peor. Valiente. Sal a crujir la balsa blanquecina,
el lago está helado, el ruido
que hace, de verdad, es inhumano,
una telaraña sólo se ve con esta
luz, en este ángulo, apenas quieras borrarte,
es, de verdad, una palabra que no puede existir.


viernes, 10 de octubre de 2014

de visos verdes

el sonido de la mañana
blanqueando la vista del desconocido
                      qué hermoso,

                                                    bajo la lluvia
 
 


                    corre un muchacho con un carro
 los árboles se arrumban
y su mirada sigue 
batiendo la blancura
un minuto más un
minuto en el “background”
y la pantalla infinita de su desarrollo
donde todo ocurre

creerás que está pasando dice el desconocido
con terquedad recorre una ciudad antigua
y fuerza su lengua
para llegar de punto a punto

en el bosque allá   
las máquinas cavan hoyos sin descanso

el desconocido mira el fondo
barrido por lombrices
su cuerpo no balancea
el cielo que lo persigue
cambia colores

él está allí
coloca unos papeles
y mira el anfiteatro llenarse
“J.C.” grita, “son las ruedas de las maletas
los tanques ya no pasaron”
Pero J. C. se aleja
corriendo bajo la lluvia

y se golpea en la sien

lunes, 6 de octubre de 2014

+ otro corte

//mientras dure esta altura la calle
será nuestro agujero
arracimados bajo el latir
del rayo verde
quieren mirar
lo que la historia negará
y es un acto de arrojo
y es un acto de muerte
voces gringas sonríen desde la cámara
una facilidad sucede por fuera de sus nombres
el camarógrafo
es un vigía insospechado bajo la sombra
de alguno
a la noche, sólo se hace rapaz
acaso tiene un número
una risa pero sin ancla, hilo ni verdad
esta piedra escuchó los escuadrones acercarse
y la granadería
apenas se escondían en las habitaciones
ponían el tocadiscos
y empezaba a restallar.
Esta mañana eres libre mas no de tu libertad.
Quemazón de los frutos torpedeando
su trayecto de savia
olas exactas de circulación. No son
misivas ni llevan códigos en transparencias,
sólo un silencio raro.// otro corte 6-oct.-2014


viernes, 3 de octubre de 2014

no son misivas ni llevan códigos en transparencias, sólo un silencio raro

/// estaba sangrando a lo largo del río
mañana indecisa entre el rojo y el negro
entre el negro y el blanco
allí me esperan,          del
lado del metal
para salir airosos   enfriarán la mía
dos de octubre nubes de Tlatelolco
su cielo rojo y negro
y su posterior cielo blanco
con un rayo verde dibujado
ojos que lo vieron
ojos que ven aquí
la mansa tormenta       de los frutos
su violencia inconsciente
la electricidad del sol
para la chapa
no es nunca suficiente
tras la puerta franqueada por una cámara
solo hay un descampar
dos perros se comen una liebre entre la bruma de un año
allí donde la cámara no puede registrar /// Corte 2-oct.-2014




sábado, 6 de septiembre de 2014

no tienes que ser sincera, muchacha




mi cuerpo está cargado de veneno
el veneno son mis huesos produciendo dolor lo
fabrican despacito como para que no me dé cuenta
al principio
pero a cada segundo lo puedo notar
son millones de agujeros
que caben en cualquier lugar
su mayor alimento es mi propia reticencia
no me van a abandonar
son mi sola compañía
y sobre lo que el otro día no anoté
tengo que decir que
fue lo más importante que ocurrió
era algo acerca de la voz de una adolescente
que entró al bar donde tomaba una copa
la voz de la adolescente era grave
como una grieta
como la cueva que vi en una playa de galicia
y que tenía piel de lapas y pequeñas pezuñas de mar
era espectacular
la voz, me refiero
no pude evitar sentirlo
creo que así fue
no me sentí mal porque verás
me acordé de pasolini y de los catorce
del riccè
en lo del arrollo
como tenía miedo de despertarme y no poder mover las manos
un día me desperté y dejé de moverlas
no tienes que ser sincera muchacha
me digo
y cambio un poco la frase:
para las niñas de la vida
la verdad no hará dominio
así me gusta y de la otra manera me rompe
pero es un secreto mío
así que no lo voy a poner
lo importante es saber que la verdad no hará dominio
de ninguna manera lo hará      para las niñas del barrio
me digo
entonces salen las nubes
haciendo alvéolos blandos hacia abajo
parecen pequeñitos
duodenos de
un cachorro del cielo
eso quise mirar
apretando mis manos entre los muslos
para hacer como que no existían
mientras un chico sacaba fotos
del arco de color
en el asiento de al lado

jueves, 17 de abril de 2014

los ángeles y las pibas marinas








las terminaciones nerviosas de la cabeza
están vibrando como serpientes descabezadas
al ritmo de marine girls y luego de los ángeles azules
tenemos muchas terminaciones nerviosas en la cabeza
van coincidiendo con los poros y los pequeños hoyos peliculares
es una fiesta de puntos
que tal vez tengan distintos formatos a niveles microscópicos
pero que desde acá sólo pueden imaginarse como miles de
 puntos pequeñitos  unos junto a otros

                     dije que iríame a nadar
aunque no sé
hacen grados bajo cero
hay nieve en los tejados
y no asoma ni un gramo de sol
las voces agudísimas de las mujeres del sur
y de algunos hombres del sur como el cantante de los ángeles azules por ejemplo
las voces gravísimas de los amigos que se exiliaron al berlín
y luego la nocturnidad del cuarto
mamá  sacándome las liendres de la cabeza
durante horas
 bajo susurros