lunes, 29 de julio de 2013

hola, bienvenidos a Elmercado


Cuchita vive en un valle de carcas
ya no me importa ni engordar ni no comer ni ná, digo, Cuchita
si me paso el día enterito encerrada en esta guarida contra carcas
los carcas amenazan constantemente, cierran todo con llaves
verás, los carcas viven en puros hospitales
ahí, algunos más caros, otros más malolientes,
el barrio está infestado de hospitales y de hogares de avis, no aves, que significa abuelos
tout contraire, cero pajarística como decía,
en el barrio también hay ladrones
Cuchita habla con uno
y tú qué caqueas? No, en realidad no le responde, era de esperar
será un carca también, se dice
y  vira. Punto.
Digo, en uno de los puntos más elevados, como veréis por allí
hay hasta mecánicas escaleras para los avis, te creerás, están resplandecientes

miércoles, 27 de febrero de 2013

cómo es posible, no sé, pero es así




                                         ojos removiendo la luz adentro
                                         hasta el pánico por ceguera
                                         tanto bulto rojo contra el seso


el caso más complicado era tener
la lengua rota por otra lengua
a su nivel no orgánico
una sensualidad del secreto
como un puño enfundado
un guante de hierro
en el ejercicio del golpe
máquina que te escribe el delito
a clavos contra el cuerpo
hasta filtrar la sangre entera
en un foso de sal
los animales atienden
que le jodan a la literatura mundial
si no te atreves a callejear
para vender tus trucos
te morirás de hambre
la historia del tipo crudo
que se cruzó rectos muros
fusil en mano
y en la boca
un verso oído de la mano de la madre
de la mano de la abuela de la madre
de la raja del suelo de la aldea
del puño enterrado en el seno del árbol
corrompido por buitres

lunes, 12 de noviembre de 2012

las habituales


y quién distingue?

recuperé la compostura y. No, recuperé más bien     la postura y. No, establecí los hechos.  Fundamental a recordar en la postborrachera: ojos picantes, ropa rota, sucia, botas rajadas, sí, y ellos? Completo desconocimiento de su paradero. Esto es un hecho banal, los diarios siempre me aburrieron, lo que debo contar es que en la calle, el viento arreciaba con  su hielo erizado en partículas diminutas, en el suelo blanco se abrían calvas y a continuación volvían a taparse, apenas había amanecido, era un día inclasificable, socavado a puños con el mapa. No sabía dónde estaban mis compañeros. Sólo recordaba haber bailado entre el polvo de un galpón en la zona de los prados. Afirmo mis botas, salgo a la calle, boca seca, hambre de cuerpo, no de órgano, no, ni lo intentes. Entonces me acordé de la imagen titubeante de unas almenas ruinosas en la calle de bajada, y luego, bah! el rompimiento vespertino de la fachada infrasoleada del cielo por los ladridos de los perros en celo del lugar, calles cada vez más sólidas, un niño recorre el espacio de la calle con una lentitud infernal, todo el cuerpo tapado excepto una fina ranura que le permite vislumbrar su camino, qué onda, dónde van a estas horas los niños? Corrientes de niños ciclópicos avanzan como mundos quietos, horas se incrustan en las suelas, será lunes, pienso, socavados días contraeltecho. Atravieso la calle del Berros, veo ratas lamiendo monedas, ahí, ahí el camino se dibuja en huellas como hilos, ahí el cielo abre sus brechas alternando con el muro: ventanas raídas como uñas, más cortas de lo normal, sin límite superior, venga edificio destechado, allí deben estar, sin duda, allí, me aproximo, abro la verde puerta de madera destejida y en un solar sin forma, bajo un tejado de chapa, bombean dos bultos enmantados y respiran humos de una hoguera que ya expira. Ah! Creo que me pongo súper contenta en ese momento, sí, súper contenta.


domingo, 26 de agosto de 2012

del lado de acá


“”
una vez comíamos en la calle bajo los cúmulos de edificios desiertos
una brecha se abrió y adentro vimos
cabezas extraterrestres del espacio, incrustadas en los muros
sus llamaradas de fuego en los ojos planos de extraterrestres
y visiones de tigres dibujadas entre brillos en la distancia vacía

pasos puros de la verticalidad
voces exageradamente intensas
aún es pronto para vinear la calle
y vomitar los restos del hielo estomacal,
tras las jornadas del hábito
más me creo los huesos solos y abiertos como tumbas
su golpeteo
el tumbado encuentro del sol con su estricto mutar

gato sopla hoja de una flor enruinas
para abrir la puerta
fecha de la muerte de Kafka en la memoria de la llave
ciudades  del siglo XXI y sus leyes de  retornancia
en un sueño  vienen creciendo mamíferos
habitaciones rellenas de seres no deseados
cuerpos brevísimos de móvil visión:
de la basura al frigo, del vertedero a la mesa

objetiva precariedad de la clase media a la espera de la expulsión
de la enemistad forzada con la casera del piso sin pagar
de la piel picada, enferma de amargura
disputas del hambre
te atreves a decirlo y se corre el rumor
mente cobarde, cuerpo avejentado
muerde tu tierra, arráncate a bailar
la cumbia porteña
te espera
-lado de allá del pacífico, qué esperas-

(como este classic rock de un bar cubano, la calle huertas
donde a estas horas se empieza a oler el ron y la buena hierba
que no puedo pagar
pasa un hombre, una botella de bacardí bajo el brazo
la calle huertas se llena de rubias cabezas
un señor gordo mira beber por la ventana y fuma)

eh! desgarros de la pintura ancestral
visiones extraterrestres
enfrente de casa un hombre atraca la gasolinera y grita: viva Cuba!
enfrente de casa un hombre atraca la gasolinera: botella de ron bajo el brazo
así, quemaduras del alcohol barato
para desentrañar los muros de este acá invernal
islas aparte, recuperemos el mar y sus
carreteras, su polvo

así, alguien sacó medio cuerpo por la ventana
que daba a un parking gigante
escupió, la saliva tardó en chocar contra el primer toldo que sencontró
fumó su cigarro estéril, la ceniza flotó
y eso fue mucho
pero ahora queda el vertido hamletiano:
el hueso de deci-dir
pero dí, dí, venga

sábado, 16 de junio de 2012


un día entero  en recuperar la amargura
tras olvidarla por exceso de actividad
volver a la inacción es duro , clava la culpa y no puede parar
 su afilamiento
lucha ahora por la parálisis, ahora contra ella
en el umbral eternecido
lucha con y contra un leve movimiento que extraiga
del contorno carcelario
la mano corneada, seca como desierto de foto  y sus marcas geométricas
no quiero hacer retórica no quiero hacer retórica
pero sí algo extraño

viernes, 13 de abril de 2012

una carta

ayer empecé a leer a Tanizaki y ya lo adoro. retomo a Bolaño, lo poco que me falta por leer de su obra, con pena, pues pronto lo habré leido todo y entonces en cierto modo lo habré perdido. Camino por la ciudad lluviosa, el aire denso y azulado, brillos raros en la calzada, y es como si el suelo ondulara bajo mis pies, de pronto la onda se levanta fugaz y pierdo el equilibrio, el mareo leve se mantiene toda la tarde, durante varios días, pero no es desagradable. paseo. entro en bares. vuelvo a la calle. sueño con mares arrancados donde sólo quedan desiertos, restos de una revista radical rojinegra; en la calle preciados y paralelas, veo en sueños plantaciones de acampadas, tiendas azules con una luz o dos moviéndose al interior, una mujer es sostenida en el aire por un gancho de hierro, abajo está el mar, el mar es un caldo ceniciento y espeso, la mujer mira al cielo, el gancho se afloja ligeramente, sus pechos se deslizan entre el metal helado y cae cae cae, no es fácil distinguir entre el aire y el caldo, pero de pronto la vista se apaga, la mujer se hunde, nos hundimos, inevitablemente, hacia abajo, en un letargo nervioso. la mujer que murió tres veces, escucho en un altavoz: una muerte fue atroz, las otras dos más calmas, y siento reconocer que la que presencié era una de las calmas. No puedo recuperar el horrible recuerdo de la muerte atroz, pero creo haberla divisado alguna hora de la oscuridad nocturna

lunes, 2 de abril de 2012

de MONÓLOGOS DE LA LOCA


desde la puerta


la loca:

si hablo es porque
tengo algo
que
se rompe
el gallo encerrado
cuando vengan los gatos
a beberse mi leche
recordaré a mi bebé muerto
el que no existió
el bebé muerto
no el gato
al gato hay que matarlo y observar
la herida

ahora producir el cuerpo que faltaba
para poder tocar producir
materiaproducirmateria

porque si camino hacia atrás descanso

lo de después no

cuando habitaba la casa sí
cuando la primera vez que tantas cosas eso sí
cuando las cabras y la mano todavía sí

lo de después no

cuando las heridas presumibles sí
cuando la corteza
cuando la tierra

no lo de después no

no la piedra lisa
la ceguera no