…un inciso, aparte de la sensación de profundo mareo, a parte del
despertar con la mandíbula completamente salida, monstruosamente alargada,
dolorosamente abierta…en un ámbito de luz que colorean de oscuro la
multiplicidad de insectos acumulados más o menos densos en el aire, se abre camino
un extraño puente de agua lodosa cuyo único paso son los bordillos de granito
encharcado. una niña con vestido claro y sucio corre delante aventajada entre
los pájaros achaparrados que parecen sapos negros inmóviles, las moscas se
gigantizan en esta agua verdosa, y al fin al otro lado, vómito aparte, mareo aparte, un árbol se dibuja al fondo de una calle iluminada, y antes de toda
posibilidad de llegar, una puerta de hierro negro franquea el umbral, alguien
pasa quemándose y gritando, la niña avanza, cruza la puerta, desaparece entre
los brazos de una mujer que se da la vuelta y marcha a gran velocidad dejando
el movimiento de los pliegues de su falda como una incisión retinal. Los tan
nombrados secuestros se resuelven así en una ciudad como esta, sin tragedia. en
el edificio denfrente un grupo de adolescentes juegan a casi morirse ahogados
por ver quién aguanta más bajo el agua, con la ropa puesta
foto de La batalla de Chile, P. Guzmán
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